Lo rápidos que seamos, nuestra mayor capacidad y un buen entrenamiento dependerán directamente de la calidad de nuestra recuperación.
Cuando mejor sea esta, más podremos dar de nosotros mismos.
Pero la recuperación no va al mismo ritmo en todas las personas y lleva su tiempo. Un tiempo que puede aumentar a medida que cumplimos años.
Sin embargo, hay otros factores independientes de la edad que también pueden influir en nuestra capacidad de restablecimiento después de entrenamientos duros.
Cuando terminamos de hacer ejercicio, lo normal es que estemos cansados, y la recuperación es el procedimiento clave por el cual nuestro cuerpo se recupera y restablece sus reservas de energía.
Muchas personas creen que la recuperación se alarga en deportistas más mayores, y es más corta en los más jóvenes, pero lo cierto es que no hay evidencias de que esto sea así.
Incluso algunos estudios sugieren que los deportistas que entrenan a edades más avanzadas pueden cansarse y recuperarse a un ritmo semejante al de personas más jóvenes.
Parece que la edad no es el único factor relevante en la recuperación. También lo son el tipo de entrenamiento que realizamos, la nutrición o el sueño, en función de los cuales nuestro cuerpo responderá mejor o peor, y seremos más o menos rápidos, sin importar la edad que tengamos.
Una de las investigaciones realizadas contó con la participación de 18 deportistas que debían completar una serie de pruebas durante varios días seguidos.
Ninguno de ellos descendió notablemente su rendimiento durante el estudio, pero los deportistas de mayor edad sí manifestaron una mayor percepción del dolor y de la fatiga.
Esto indica que los ciclistas de cualquier edad pueden recuperarse y rendir de manera similar, pero los de edad más avanzada pueden sentirse más cansados y menos recuperados que los jóvenes, y aunque tengan la misma capacidad, se sienten peor.
Por tanto, la percepción es uno de los factores influyentes en el rendimiento, ya sea para bien o para mal. Nuestro estado mental puede conllevar que un esfuerzo sencillo nos parezca más complicado de lo que es en realidad, o todo lo contrario.
A veces el cerebro actúa contrariamente a lo que nuestro cuerpo puede dar de sí, y quizá somos capaces de hacer más de lo que pensamos. Los pensamientos negativos suelen ser más frecuentes en deportistas más mayores.
Hace unos días hablábamos de carbohidratos de absorción rápida y carbohidratos de absorción lenta.
Y nuestra nutrición no solo es que recarguemos nuestras reservas de glucógeno: es que consumamos proteínas de calidad, la grasa adecuada y justa, y que huyamos de los productos precocinados o industriales.
Y es que la nutrición es otro aspecto fundamental en la recuperación de los deportistas. El ejercicio conlleva el consumo de los suministros de energía del organismo, y esto nos lleva a experimentar daños musculares.
Si no ingerimos los nutrientes adecuados y en las proporciones indicadas para nosotros, la recuperación se hace mucho más difícil, y a veces imposible.
En este sentido, otro estudio realizado en Australia entrevistó a 182 deportistas de todas las edades. La mayoría de ellos desconocía la cantidad recomendada de carbohidratos o de proteínas que debían consumir después de hacer ejercicio.
La diferencia es que los más jóvenes se acercaban más a la ingesta recomendada, mientras que los más mayores consumían menos carbohidratos y proteínas en relación con su masa muscular de lo recomendado.
De la misma manera, estos últimos consumían, en general, menos energía que los primeros.
Además, algunos participantes de edad más avanzada indicaron que utilizaban suplementos de nutrición deportiva después de entrenar, asumiendo que con estos productos era suficiente para una recuperación completa.
En este caso, la recuperación de los deportistas mayores se veía influenciada por una alimentación incorrecta.
El tipo de entrenamiento que llevemos a cabo también es un factor determinante en la recuperación. Los deportistas de mayor edad tardan más en recuperarse de ejercicios a intervalos de alta intensidad, pero no de entrenamientos de sprint intensos con intervalos cortos.
Otro estudio señala que la composición muscular también influye, pues los deportistas con una mayor proporción de fibras musculares de contracción rápida podrían tardar hasta 15 veces más en recuperarse del mismo ejercicio que los que tienen músculos de contracción lenta.
Por último el sueño es otro de los factores que interfieren en la recuperación.
Todos los deportistas, independientemente de la edad que tenga, necesitan un buen descanso, y la calidad del sueño tiende a disminuir a medida que envejecemos. Por tanto, los deportistas más mayores pueden ver su recuperación afectada por un sueño deficiente.
Fuente: PlanetaTriatlon.com