Es uno de los complementos más usados: el gel energético forma parte de la planificación en la nutrición de cualquier ciclista, pero ¿lo estás usando correctamente?
En primer lugar, es imprescindible aclara algo: gel energético es un concepto generalista, porque en realidad deberíamos hablar de geles energéticos, ya que hay decenas, centenares de tipos de geles, con diferentes composiciones, con diferentes características, con diferentes objetivos. Por lo tanto, de base no pierdas esa idea, que un gel energético es distinto a otro. Pero por lo general, aquí nos referimos al tipo de gel energético más común, que supone más o menos una mera concentración de carbohidratos.
Esto hace que un gel energético ponga más energía a disposición de tu organismo, aunque suene redundante. Por lo tanto, el máximo aporte lo suponen los componentes azucarados. La glucosa es sin duda el más común y conocido, pero hay otros muchos, como la fructosa, los jarabes o la maltodextrina.
Pero un gel energético completo incluye más cosas, porque ya que lo ingieres, no basta con glucosa o carbohidratos. Cafeína, electrolitos son los otros dos componentes más usados, el primero para estimular tu rendimiento puntual; el segundo para suplir la pérdida de sales a través del sudor. Por lo tanto, lo interesante es quién debe tomarlo, cuándo y cómo.
En general, la respuesta a quién debe tomar un gel energético es sencilla: prácticamente cualquier ciclista que quiera aumentar su rendimiento de forma puntual o constante y que plantea tablas de ejercicios periódicos. Los hidratos de carbono son la base de una buena alimentación ciclista, porque suponen la base para un rendimiento a largo plazo y porque una mala planificación de estos empeora tu gestión metabólica e incluso repercute en tu peso.
Además, los geles son rápidos de comer, no suponen atragantamiento al ser semilíquidos, y muy fáciles de transportar.
Sobre el cómo tomarlos, recuerda una cifra: 45 gramos. Son los carbohidratos por hora estimados, pueden ser más o menos en función de tu esfuerzo, pero es un valor aproximado. Si los geles suelen venir en envases de 25 gramos, estima un par de ellos por hora. Eso siempre que tu ruta o competición sea larga.
Un gel energético, sin embargo, tiene también su cara B. A menudo, algunos ciclistas lo usan en exceso e incluso, en casos bastante excepcionales, pueden provocar nauseas o problemas digestivos.
Por lo tanto, respondiendo a nuestra pregunta de partida y para que valga de síntesis: un gel energético debe consumirse aproximadamente cumpliendo esa fórmula de 45-50 gramos por hora; se toma en segundos, pero sin prisas, y se suele acompañar de una hidratación para eliminar la sensación pastosa de la boca, que empeora la salivación y el flujo de aire; y debe tomarlo todo ciclista que haga rutas medias o largas y planifique correctamente su nutrición .
Fuente: Brujulabike.com