Algunos ciclistas realizan un test de control cada dos meses. Otros utilizan los resultados de sus carreras como referencia. Otros se dejan guiar por los datos de su Garmin. A continuación te explicamos lo que hacemos nosotros.
Si una cosa nos da la experiencia es perspectiva. Perspectiva para ver las cosas desde distintos ángulos y desde distintas percepciones. Tras más de 20 años en el entrenamiento deportivo, es evidente que he tenido muchos cambios de perspectiva, y uno de los más notables es referente a los tests de control.
Actualmente mi perspectiva acerca de los tests de control es la de buscar una opción muy flexible y adaptarme al carácter de cada deportista.
Así pues, tras tantos años de experiencia, sumados a la evolución de la tecnología, mi planteamiento actual sobre los tests de control es el siguiente.
1) Reviso regularmente los datos de la actividad de cada deportista, ya sea a través de una aplicación propia o de una plataforma externa. En muchas ocasiones, los datos de la actividad regular de un deportista me aportan mucha información y no hacen necesaria la realización de un test.
Ya sea porque hemos tenido un día muy inspirado, o porque nos hemos picado con los amigos, o porque estábamos participando en una carrera… puedo detectar nuevos valores máximos dentro del entrenamiento regular.
2) En algunos momentos puntuales de la temporada me gusta planificar un test concreto. Eso ocurre generalmente antes-después de Navidad, antes de verano, antes de empezar el calendario de competiciones.
Sin embargo, hay algunos deportistas que odian hacer los tests, así que me lo monto para planificar una sesión ‘normal’ de entreno, pero que tiene un desarrollo concreto que me sirve para sacar conclusiones. Eso explica la sensación que tienen algunos ciclistas cuando me comentan que una sesión era extremadamente dura: estaban haciendo un test encubierto.
3) Si el deportista tiene la sensación de que está cambiando misteriosamente su rendimiento (ya sea para bien o para mal), entonces sí que acordamos realizar una sesión de validación, para confirmar si las sensaciones y los datos van en la misma dirección.
Como puedes ver, actualmente me gusta plantear este sistema tan flexible para realizar los tests donde a veces el mismo deportista plantea hacer un test y donde en ocasiones soy yo quien plantea un test concreto, o bien resulta que la misma dinámica del entreno ya me da toda la información que necesito para confirmar la evolución.
Sí que es cierto que actualmente me gusta enlazar los tests de control dentro de un bloque determinado de entrenamiento, más que dentro de una fecha determinada. En otras palabras, hace años era posible que pensara «a principios del mes x planificaré un test», pero actualmente me gusta más la idea de «en el momento de trabajar por ejemplo la Fuerza-Resistencia, plantearé un test y quizás otro al acabar ese bloque de trabajo para confirmar que hemos conseguido los objetivos buscados».
Por suerte, la experiencia nos permite tener una visión más amplia y ver las cosas con otra perspectiva.
¿Te imaginas un ciclista que hubiera mantenido la dinámica de hacer un test cada 2-3 meses durante estos más de 20 años?
Estaríamos hablando de realizar más de 100 tests de control. Y solo faltaría que fuera siempre el mismo test… más de 100 veces el mismo entreno.
¿Para qué sirve el Test de Umbral?
FUENTE: ADNCiclista.com