Nuestra sociedad le rinde culto al cuerpo, y son cada vez más los jóvenes que en su afán por tener un cuerpo “perfecto” recurren al consumo de suplementos proteínicos sin un adecuado control médico. Usualmente es un entrenador personal o un amigo el que recomienda el consumo de algún producto de moda, cuando la consulta debería dirigirse a un médico especializado o un nutricionista.
Las personas dedicadas a aumentar su masa muscular en los gimnasios tienen predilección por el consumo de productos que tienen gran cantidad de proteínas, y usualmente las consumen porque consideran que al ingerir dichos productos lograrán incrementar el volumen de sus músculos con rapidez. En algunos casos los deportistas van incluso más allá y complementan su alimentación con el uso de testosterona. En deportes de resistencia desde hace unos años también ha comenzado el ser habitual el uso de proteínas, aminoácidos,… con el fin de ayudar a la recuperación muscular de ahí que crea conveniente escribir este post para concienciar a los deportistas de que sino se hace bien se pueden tener problemas a largo plazo.
El consumo de testosterona implica un riesgo. La doctora Pilar Martín Vaquero, especialista en endocrinología y nutrición, indica que el consumo de testosterona puede ayudar a aumentar masa muscular y reducir la cantidad de grasa, pero también puede provocar una hipertrofia y una hiperplástia de las células musculares.
La proteína Whey, extraída del suero de la leche, tiene buena capacidad de absorción, y es uno de los suplementos favoritos de los usuarios de gimnasios. Los aminoácidos ramificados se utilizan para la recuperación de la masa muscular. Pero la nutricionista Natalia Ubeda advierte que no es necesario ingerir suplementos artificiales, porque el aporte de proteínas de fuentes naturales como la pechuga de pollo, brindan todas las proteínas necesarias.
El doctor Francisco Miguel Tobal, médico especialista en medicina de la educación física y el deporte, de la Universidad Complutense de Madrid, indica que un excesivo consumo de proteínas puede ocasionar problemas renales, óseos y cardiovasculares.
Tobal indica que cuando la proteína es de origen animal puede generar un incremento del ácido úrico y la úrea. Además se debe considerar que los deportistas que han consumido complementos con proteína, luego sufren problemas cardíacos importantes cuando superan los 50 años de edad. Se debe considerar también que el consumo excesivo de suplementos puede ocasionar una deshidratación.
Los riesgos al consumir suplementos proteínicos no son pocos, por eso se recomienda consultar con un profesional del área de salud para lograr los mejores resultados.
FUENTE: Desabi.es